Tree of Life | Arbol de la Vida

Crecemos donde nos toca, pero echamos raíces donde realmente sentimos que pertenecemos.


En esta obra, las ramas que emergen de mi espalda simbolizan las decisiones, las experiencias y las vivencias que van trazando el mapa de nuestra vida. Cada rama representa un camino elegido, algunos fuertes y rectos, otros retorcidos y frágiles, pero todos necesarios para nuestra evolución.

A veces, nuestro propio árbol parece que lucha por crecer en terrenos áridos. La vida nos golpea, nos quita, pero también nos regala momentos imborrables, experiencias únicas que quedan impregnadas en nuestras raíces como un recordatorio de quiénes somos.

Los cuervos que habitan en este árbol no son un mal presagio, sino los guardianes de esas historias vividas. Cada nube y cada sombra nos recuerda los días oscuros, mientras la luz que atraviesa los cielos nos impulsa a seguir creciendo.

Esta obra no solo es un reflejo de mi camino, sino del camino que todos llevamos dentro:

La vida en sí misma.
Con sus cuervos y sus nubes.
Con sus luces y sus sombras.

Porque de nosotros depende seguir creciendo, resistir las tormentas y dejar que nuestras raíces nos conecten con lo que realmente somos.

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