Resiliencia no es olvidar lo que ocurrió, es permitir que las grietas cuenten su historia. Es mirar de frente lo que nos rompió, entender su lugar en nuestra vida y aprender a caminar con ello.

Esta obra no habla de esconder las roturas, sino de entenderlas, de aceptarlas como parte de nuestra historia y avanzar con ellas. Las grietas no son un defecto, son el reflejo de nuestra resistencia. Hablan de los momentos en los que creímos que todo estaba perdido, pero encontramos en nosotros mismos el valor para seguir adelante.

No se trata de borrar el dolor, sino de transformarlo. De encontrar en lo que quedó roto la fuerza para reconstruirnos, más consciente, más fuerte. Resiliencia es el arte de seguir adelante, abrazando tanto la luz como las sombras.

Las grietas no son una derrota, son el eco de todo lo que hemos enfrentado, la prueba de que incluso en la tormenta, somos capaces de sostenernos y encontrar nuestro camino.