Wall Serie | El Despertar
"Los muros internos que creamos no siempre son visibles, pero nos delimitan."
En esta segunda pieza de la serie, siento que la imagen representa un despertar. La protagonista ya no solo observa o se enfrenta a su reflejo; ahora escucha, siente y comienza a reaccionar. El teléfono en sus manos simboliza esa llamada interna, ese impulso que comienza a surgir desde dentro, como un susurro que nos dice: despierta, lánzate, libera lo que llevas guardado.
Aquí, las ramas que atraviesan la ventana desde el exterior son el símbolo de la evolución en la serie. Los muros, que en la primera obra comenzaban a desmoronarse, ahora dejan entrar la vida misma: la naturaleza se cuela, avanza, rompe lo rígido y lo estático, creando una conexión entre el adentro y el afuera. La luz dorada del amanecer intensifica esa sensación: algo nuevo comienza a crecer allí donde antes solo había paredes.
Todo en esta escena tiene un ritmo más orgánico, más vivo. El exterior llama suavemente al interior, recordándonos que lo que guardamos dentro necesita encontrar su salida. Lo estático deja de serlo; el mundo se mueve y nos invita a movernos también.
Esta obra es la representación de ese instante en el que escuchamos nuestra voz interna con claridad, en el que dejamos que lo que nos limita empiece a ceder. Es una llamada a la acción, un despertar que nos impulsa a lanzarnos y a liberar lo que llevamos dentro. Porque cuando los muros empiezan a caer, la vida siempre encuentra la manera de abrirse paso.